domingo, 13 de mayo de 2012

¿?


A menudo hacemos “preguntas sin respuesta” es como una trampa de la que uno no se puede salvar, preguntas que no tienen respuesta o quizás tengan respuesta que no conozcamos o probablemente podamos sacar de ningún modo. Porque jugando al juego de llenar esas preguntas estamos sacando respuestas que nos acercan a la verdad, las que más nos ayudan. Todo el mundo se hace millones de preguntas buscando siempre respuestas, yo creo que siempre habrá algo que responder aunque no quede claro…Pero si no cuestionas lo establecido, ¿Cómo saber donde quieres ir? ¿Lo que eres? ¿Lo que estas buscando? Es inevitable y donde más cuenta me he dado yo durante todo este año es que donde más preguntas sin respuestas te sueles hacer, es en el ámbito de la filosofía, donde a veces estar buscando respuesta a todo te da a pensar que estas perdiendo el tiempo.
¿Será cuestión de ir poco a poco aprendiendo a vivir sin buscar respuesta a todo?Es difícil asumir que hay preguntas sin respuesta, hay más preguntas que no tienen respuesta que preguntas con respuesta.

 A lo largo de la vida te crees que todo lo sabes y a todo tienes respuesta, pero cuando piensas te das cuenta de que no. Hay cantidad de razones y motivos volando por nuestras cabezas sin completar el puzzle y así estarán para siempre porque sino no existiría la filosofía, ni el pensamiento filosófico que todo lo piensa y a lo que todo le da vueltas.


 La filosofía tiene una actitud basada en la búsqueda del saber por si mismo, un deseo de huir de la ignorancia y tomar como guía el uso propio de la razón, para evitar así el peligro de aceptar como valida cualquier solución. Según la filosofía el mundo del conocimiento entre la minoría de edad es la ignorancia.

  Todos somos filósofos porque nuestra vida se desarrolla en un mundo ya pensado.





No hay comentarios:

Publicar un comentario