Uno de los problemas usuales de la filosofía aparece cuando se intenta responder ¿Qué es la filosofía? Nunca los filósofos han logrado ponerse de acuerdo en una respuesta única.
La discusión entre los filósofos sobre que es la filosofía señala algo sobre su naturaleza: su carácter debatido y cuestionable.
Según una antigua tradición, el nombre “filosofía” fue inventado por Pitágoras. Encontrándose en la ciudad de Fliunte, Leonte, un ciudadano distinguido de la misma que lo admiraba, le preguntó cuál era su arte. Pitágoras respondió: “No conozco ningún arte, sino que soy filósofo”. Leonte no había oído jamás esa palabra y le preguntó quienes eran filósofos y en que diferían de las otras personas. Pitágoras respondió comparando la vida humana con una de las grandes fiestas nacionales de Grecia, a las cuales algunos acudían para ganar los premios y la gloria en las competencias deportivas, otros para enriquecerse con el comercio y otros como espectadores para observar hombres y cosas. Estos últimos son los filósofos. Libres del deseo de la gloria y prosperidad, “amantes de la sabiduría”, contemplan los hechos humanos sin participar en ellos con el único fin de tener un conocimiento indiferente del mundo.
Aristóteles había afirmado la superioridad de la actividad contemplativa sobre las otras actividades humanas. El “amor a la sabiduría” es el esfuerzo por conseguir el conocimiento desinteresado de las cosas más sublimes. El conocimiento de todo esto casi siempre carece de utilidad práctica inmediata, pero torna a la vida del hombre similar a la vida divina. El filósofo no es el hombre “prudente” que sabe organizar su conducta en los asuntos prácticos de la vida, sino el “sabio” que se dedica exclusivamente al conocimiento de cosas insólitas y fascinantes, que están por encima de los intereses de los hombres comunes.
La filosofía es un ejercicio que se origina en la sociedad humana, de la necesidad del espíritu individual de reflexionar sobre su acción, sobre la conducta, sobre una forma más sólida de sus relaciones con el todo, y es, una función basada en la estructura de la sociedad y exigida para perfeccionar su vida.
Desde este punto de vista, la filosofía se limita a aconsejar al hombre con usar, en su provecho, el saber del que dispone; se coloca en el plano de la humanidad para ayudarla a alcanzar una forma más coherente de vida a través de la solución de los problemas que la inquietan.
Hay un artículo de CLARÍN, del 13/04, que trata de la filosofía en las escuelas. La nota dice que los chicos piensan que la filosofía sirve “para ejercitar el pensamiento”. Para el maestro Maximiliano Durán, la filosofía “se trata de abrir cabezas para que cada uno construya su propia ideología”, y también opina que trabajar con filosofía es como “estar trabajando con arcilla”.
Para entrar en la filosofía tenemos que estar con nosotros mismos reflexionando con nuestras mentes, desconectarnos por un momento y pararnos a pensar si aquellas preguntas que nos hacemos tienen respuesta y darles una razón...